APEGO SEGURO

apego

Los seres humanos necesitamos sentir seguridad en lo que hacemos y lo que somos para seguir avanzando, explorando la realidad y aprendiendo.

Los intentos continuos que realizan los niños de corta edad para mantener la proximidad a su madre o a las personas que les cuidan o de las que dependen, son ejemplos de esta necesidad.

A este comportamiento se le denomina apego.

La figura de apego principal es la persona quese encarga del cuidado del bebé desde su nacimiento, que generalmente es la madre o el padre, pero más tarde el apego se extenderá a otras personas familiares para el niño. Cada vez que se siente vulnerable, con miedo o con necesidad de estimulación o contacto, reclamará la figura de apego para satisfacer sus necesidades.

El grado de seguridad y control que se va adquiriendo a los largo de los primeros años de vida depende completamente del comportamiento y de la sensibilidad de la figura de apego.

Se ha demostrado que la calidad de respuesta que se ofrece al niño en situaciones de vulnerabilidad (ante situaciones nuevas, extraños, dificultades…) marca pautas de comportamiento muy distinta en ellos y en su forma de explorar o exponerse a las situaciones, distinguiendo tres tipos de apego: seguro, ambivalente y evitativo.

  1. APEGO SEGURO:

La base segura de apego consiste en:

  • Proporcionar protección y alivio, lo que significa atender y consolar al niño en aquellos momentos que llora o se queja por algún malestar, estar a su lado cuando se encuentra en situaciones nuevas o difíciles, y controlar y/o guiarle en aquellas situaciones en las que puede dañarse o causar algún daño.
  • Proporcionar afecto significa abrazarles, acariciarles, besarles, hablarles con palabras sencillas y tono afectivo, sonrientes, animarles y halagarles por sus evoluciones.
  • Estar disponible el tiempo suficiente para el niño, para poder responderle de un modo sensible y consistente cada vez que le aliviamos o reforzamos, de modo que podamos satisfacerle cuando lo necesite.

 

  1. APEGO AMBIVALENTE:

Un apego inseguro ambivalente se desarrolla cuando:

  • Se atiende al niño de forma inconsistente: unas veces de forma cariñosa, otras rechazándole o bien, no estando disponible (ausente física o psicológicamente) cuando necesita el contacto.
  • Se engaña o manipula al niño con fines egoístas.

Las consecuencias son:

  • Los niños se mantienen aferrados y sufren mucho ante la posibilidad de separación de sus progenitores. Se sienten inseguros para explorar de forma autónoma.
  • Los niños quedan desorganizados, están irritables, no saben a qué atenerse, ni cómo controlar las separaciones o el rechazo, están indefensos. Aprenden a desconfiar de los demás y a falsear intensificando sus expresiones emocionales para obtener atención y evitar el abandono.
  • No desarrollan una base de gestión de sus emocionesy autocontrol.

 

  1. APEGO EVITATIVO:

Un apego inseguro evitativo se desarrolla cuando:

  • Se abandona al niño o se le rechaza sistemáticamente: no existe apenas muestra de interés real, no hay contacto afectivo ni muestras suficientes de alegría por su existencia. O bien, las figuras de apego principales están ausentes.
  • La comunicación y los hábitos están centrados en deberes. La valoración o afecto es condicional. La expresión emocional más frecuente es la decepción y enfado.

Las consecuencias son:

  • Se aprende a inhibir la expresión de sentimientos y necesidad de afecto. No desarrolla la empatía y no tolerará la experiencia emocional negativa.
  • Aprende a ser complaciente con la autoridad y expresa una sociabilidad superficial.
  • Desconfía de los demás, entiende que no se puede esperar nada bueno de los demás.

Se podría hablar también de un cuarto tipo de apego desorganizado, que reúne las características de los dos anteriores y que se relaciona con trastornos graves de conducta y personalidad.

 

Los niños con apego seguro  gozan de más salud, relajación, alegría y con  una gran curiosidad por el mundo que le rodea, lo que tiene por resultado un buen aprendizaje y un desarrollo óptimo de su inteligencia en general.

CÓMO IDENTIFICAR AL NIÑO CON DISLEXIA  

sintomas dislexia

Identificar la dislexia a la mayor brevedad posible es de vital importancia.

En este artículo, os indicamos los síntomas de alerta que podemos apreciar desde más pequeños y que nos pueden indicar la necesidad de acudir a un psicopedagogo para evaluar e intervenir cuanto antes.

Existen una serie de factores específicos que se pueden considerar sospechosos en edades tempranas (de los 3 a los 6 años):

  • Retraso en el lenguaje.
  • Confusión de palabras que tienen una pronunciación similar.
  • Dificultades expresivas.
  • Dificultad para identificar las letras.
  • Dificultad para identificar los sonidos asociados a las letras.
  • Lectura en espejo.
  • Historia familiar de problemas de lecto-escritura.

Aparte de estas alertas propias de la dislexia, hay otros elementos habituales en ellos, que a estas edades todavía no harían pensar en una dislexia, porque afecta a otras áreas, pero que sí que se podrán observar ya en los niños de 3 a 6 años:

  • Desarrollo lento del vocabulario y retraso en el desarrollo del habla con dificultades para articular o pronunciar palabras.
  • Se puede apreciar inmadurez en el conocimiento de las partes de su cuerpo. El niño confunde la localización de las partes corporales.
  • Retraso para memorizar los números, el abecedario, los días de la semana, los colores y las formas.
  • Las nociones espaciales y temporales están alteradas, y a menudo el niño confunde la derecha con la izquierda y no se orienta correctamente en el tiempo: no sabe los días de la semana y no tiene un noción clara de conceptos temporales como: ayer, hoy y mañana.
  • Dificultad para seguir instrucciones y aprender rutinas.
  • Falta de atención y aumento de la actividad e impulsividad.
  • Torpeza al correr, saltar y brincar.
  • Dificultad en el equilibrio estático y dinámico.
  • Inmadurez a nivel de motricidad fina.
  • Dificultad para abotonar y abrochar o subir un cierre o cremallera.
  • Falta de control y manejo el lápiz y de las tijeras.
  • Dominancia lateral.
  • Lateralidad cruzada.
  • Aparición de conductas problemáticas en sus habilidades sociales.

 

En edades entre los 7 y 11 años,  ya deberíamos saber que el niño es disléxico, habría que atender a las siguientes alertas:

        1. En cuanto a la lectura: se pueden dar algunos de los siguientes problemas:

  • Lectura con errores y muy laboriosa.
  • Lectura correcta pero no automática.
  • Dificultad para conectar letras y sonidos y para descifrar las palabras aprendidas.
  • Dificultad para descodificar palabras aisladas.
  • Dificultades más importantes para leer no-palabras o palabras raras.
  • Traspone las letras, cambia el orden e invierte números.
  • Lentitud en la lectura.
  • Su comprensión lectora es pobre.
  • Mal rendimiento en los tests fonológicos.

       2.   En cuanto a la escritura: se pueden presentar algunas de estas dificultades:

  • Invierte letras, números y palabras.
  • Confunde derecha e izquierda y escribe en espejo.
  • Dificultades ortográficas no adecuadas a su nivel educativo.
  • No logra escribir pensamientos, ni organizarlos; su gramática y ortografía son deficitarias.
  • Hay gran diferencia entre su organización y estructuración de sus pensamientos de manera oral o escrita.
  • Su letra es mala y desordenada (es incapaz de seguir los renglones rectos, o de respetar los márgenes de los cuadernos, o de organizar operaciones matemáticas en columna, etc.).

       3. En cuanto al habla: de manera oral se expresan mejor que por escrito, pero aun así, a muchos de los disléxicos  les ocurren algunas de las siguientes cosas:

  • Presenta dificultad en la pronunciación de palabras, invirtiendo, sustituyendo o cambiando sílabas. A menudo fijan incorrectamente algunas palabras, que costará mucho que modifiquen.
  • Problemas sutiles en el lenguaje.
  • Dificultad para nombrar figuras.
  • En ocasiones no encuentra la palabra adecuada y busca sinónimos, no siempre con acierto.

       4. En cuanto a las matemáticas y la comprensión del tiempo:

  • Puede contar haciendo uso de sus dedos u otros trucos para trabajar las matemáticas.
  • Se defiende con la mecánica de las operaciones aritméticas pero no comprende los problemas.
  • Le cuesta manejarse con el dinero.
  • Tiene dificultades para aprender a manejar el reloj, controlar su tiempo, y entender las tareas secuenciales.
  • Tiene dificultad para aprender las tablas de multiplicar y manejarlas a lo largo de la vida.
  • Tiene problemas acerca del tiempo y no logra saber la hora, día, mes y año.

        5. En cuanto a la coordinación: aunque no en todos los casos ocurre, sí es significativo que muchos de ellos tengan los siguientes problemas:

  • No toma o agarra bien el lápiz.
  • Su coordinación motora es pobre, se confunde con facilidad y es propenso a accidentes.
  • Su trastorno en la coordinación motora fina le hace tener mala letra y una pobre caligrafía.
  • Confunde la derecha y la izquierda.
  • Es incapaz de realizar determinados movimientos (ir en bicicleta, saltar a la cuerda, el salto de altura, chutar una pelota, etc.)

DISLEXIA

Dislexia

QUÉ ES LA DISLEXIA:

La dislexia se incluye dentro de una amplia clasificación, la de las dificultades específicas de aprendizaje (DEA) definidas como “Desorden en uno u más de los procesos básicos que involucran la comprensión oral y escrita del lenguaje”.

Los problemas que pueden observarse en la escuela se concretan en distintas áreas: pensamiento, habla, lectura, escritura, deletreo o dificultad para manejar signos matemáticos. Se da en sujetos con un desarrollo cognitivo o inteligencia normal o alta, que no padecen alteraciones sensoriales perceptibles y que han recibido una instrucción adecuada.

Uno de los problemas con el que nos encontramos es que la Dislexia no se puede diagnosticar antes de determinada edad, en la cual empieza a poder constatarse un retraso evidente en la adquisición de las habilidades del lenguaje escrito, con respecto a sus compañeros de clase.

 

CAUSAS DE LA DISLEXIA

Hoy se reconoce que ésta es una condición congénita y evolutiva, y aunque las causas no están plenamente confirmadas, se sabe que su efecto es crear ciertas anormalidades neurológicas en el cerebro (las neuronas están colocadas de manera no muy ordenada).

También se ha podido comprobar que los disléxicos no usan las mismas partes del cerebro que los no disléxicos.

Los niños nacen con dislexia, pero la sintomatología comienza a manifestarse cuando entra en la escuela; la mayoría de los especialistas establece la clasificación después de los siete u ocho años, cuando se supone que ha adquirido la lectura sin ninguna duda.

La falta de conciencia fonemática es una importante raíz de los fracasos lectores. Los niños con escasa conciencia fonológica son incapaces de distinguir y manipular sonidos de palabras o sílabas cuando se habla; además, estos niños encontrarán gran dificultad cuando se tratan de relacionar letras y sonidos que representan las palabras y cuando tienen que pronunciar pseudopalabras.

 

CONSECUENCIAS DE LA DISLEXIA:

Los llamados “efectos colaterales” son muy variados, pero se pueden observar generalmente:

  • Desinterés por el estudio, que puede llegar a convertirse en fobia escolar.
  • Calificaciones escolares bajas.
  • Con frecuencia son marginados del grupo y llegan a ser considerados (y considerarse a sí mismos) como niños con retraso intelectual.
  • La posición de la familia, y con bastante frecuencia de los profesores, es creer que el niño tiene un mero retraso evolutivo (o intelectual en casos extremos) o bien, lo más frecuente, que es un vago, lo que se le reprocha continuamente; esto tiene consecuencias funestas para la personalidad del niño, que se rebela frente a la calificación con conductas disruptivas para llamar la atención, o se hunde en una inhibición y pesimismo cercanos o inmersos en la depresión.
  • Es frecuente encontrar en los niños disléxicos ciertos rasgos característicos: sentimiento de inseguridad, compensado por una cierta vanidad y falsa seguridad en sí mismos, y en ocasiones, terquedad para entrar en el trabajo y la motivación que requieren los tratamientos.
  • Están convencidos de su falta de inteligencia y es bastante habitual que sean reacios a cualquier situación de refuerzo de otras habilidades que no creen que tengan.

 

Cuanto antes se diagnostique la dislexia, mejor. Y a pesar de que hasta los 7 años no se puede hacer un diagnóstico fehaciente, existen síntomas de alerta que podemos apreciar desde más pequeños y que nos pueden indicar la necesidad de acudir a un psicopedagogo para evaluar y asesorar a la familia a fin de evitar males mayores.

En nuestro próximo artículo os indicamos esos síntomas.

 

CUIDADOS EN LA VIDA DIARIA TRAS UN ICTUS

ICTUS

Las actividades de la vida diaria incluyen tanto las tareas para un autocuidado básico (asearse, vestirse, comer) como las habilidades necesarias para ser independientes en casa y en la comunidad (conducir, cocinar, comprar).

En el caso de que se presente dificultades para la realización de este tipo de actividades, puede beneficiarse de la terapia ocupacional, que consiste en capacitar a personas que sufren estados discapacitantes para desarrollar las tareas cotidianas requeridas y conseguir el máximo de autonomía e integración para mejorar su independencia.

 

  • ASEO E HIGIENE PERSONAL

Es importante cuidar la higiene del paciente para evitar infecciones.

Si es posible, la persona deberá responsabilizarse de su propia higiene. Puede adaptarse el aseo colocando una silla para que pueda lavarse la cara, peinarse o afeitarse. Es preferible la ducha a la bañera.

Puede colocarse una silla o un taburete en el plato de la ducha y es conveniente colocar un asidero en la pared de la ducha o la bañera que le permita agarrarse y evitar caídas.

Si el enfermo no puede levantarse de la cama, se lavará con una esponja y jabón neutro, prestando especial atención en el secado de los pliegues de la piel, ya que la humedad favorece el crecimiento de bacterias y hongos.

 

  • VESTIRSE

Uno de los objetivos para aumentar la independencia del  paciente es que deberá ponerse por sí mismo todas las prendas que le sea posible, reservando la ayuda del cuidador para todo aquello que no pueda realizar. Es conveniente facilitar la operación sustituyendo los botones por tiras de velcro. Al principio, es mejor utilizar prendas de vestir holgadas y prácticas, tipo ropa deportiva.

Para vestirse se comenzará siempre por la extremidad afectada y al desvestirse, se hará al revés.

 

  • ALIMENTACIÓN E HIDRATACIÓN

Una dieta equilibrada, con aporte calórico y proteico suficiente y una buena hidratación son fundamentales para un buen estado general del paciente. La mala nutrición es un problema frecuente y predispone a úlceras cutáneas, edemas y disminución de las defensas, lo que facilita contraer infecciones.

 

  • COMUNICACIÓN CON LA PERSONA QUE PRESENTA DIFICULTADES EN EL LENGUAJE: CONSEJOS PARA CUIDADORES Y FAMILIARES

Nuestro familiar se puede comunicar aunque tenga dificultades en el área del lenguaje y del habla:

  • Llamaremos su atención cuando queramos comunicarle alguna cosa.
  • Utilizaremos frases sencillas, simples y cortas; le hablaremos en un tono de voz normal, sin chillar, facilitándole la respuesta, dándole varias opciones.
  • Procuraremos que tome decisiones: «qué te gusta», «qué prefieres», e intentaremos siempre no responder por él/ ella.
  • Haremos preguntas en las que nos pueda contestar «sí» o «no».
  • Seremos directos, con mensajes concretos.

En el campo de la comunicación, podemos encontrar ayudas técnicas y adaptaciones para ordenadores, teléfonos, escritura y otros.

 

  • OCIO Y TIEMPO LIBRE

Las actividades lúdicas de tiempo libre pueden ser adaptadas. Por ejemplo:

  • Barajador de cartas.
  • Ayudas para enhebrar agujas.
  • Adaptaciones para la pintura al óleo.
  • Instrumentos musicales.

 

  • DESCANSO Y SUEÑO

Mantener el estímulo del paciente durante el día, puesto que la inactividad propia de esta enfermedad conduce al aburrimiento y a que la persona dormite durante gran parte del tiempo, con lo que dificulta posteriormente el sueño nocturno.

 

  • VUELTA AL TRABAJO

La incorporación laboral será más o menos rápida dependiendo de las secuelas y del tipo de trabajo desempeñado. En algunas empresas se pueden hacer, de manera temporal, trabajos menos pesados, que se adecúen mejor a su situación.

 

PAPEL DEL CUIDADOR: CUIDARSE PARA CUIDAR

PROBLEMAS FÍSICOS DEL CUIDADOR

En los casos en los que se debe movilizar a la persona, aunque ésta colabore en mayor o menor medida, se debe consultar al fisioterapeuta la forma más adecuada de movilizarla, para optimizar su rehabilitación, y protegiéndonos siempre de no lesionar nuestra espalda.

 

ESTRÉS DEL CUIDADOR

El estrés que sufren las familias y especialmente el cuidador principal se debe a varios factores.

Por un lado, se debe a la dependencia del enfermo y a los cuidados que se deben proporcionar a consecuencia de dicha dependencia.

Por otro, factores relacionados con el cambio en el estado de ánimo, conducta o alteraciones cognitivas del enfermo y por factores en relación con los cambios que se producen a nivel sociofamiliar (cambios en relaciones familiares, situación económica, actividades de ocio).

 

DECÁLOGO PARA EL CUIDADOR

  1. Pida ayuda sin esperar a que la gente se la ofrezca. Quizás los demás no saben cuándo la necesita.
  2. Infórmese y utilice los recursos sociosanitarios y de la comunidad.
  3. Planifique las actividades y el futuro y organice su tiempo con el fin de buscar un momento al día para usted sólo. Un baño relajante, leer un libro o simplemente descansar es básico para poder seguir cuidando.
  4. No se automedique.
  5. No abandone la relación con sus amistades.
  6. No juzgue sus propios sentimientos; no son buenos ni malos.
  7. Exprese sus pensamientos y emociones.
  8. Ponga límites.
  9. Acuda a las asociaciones de familiares y/o a los grupos de ayuda mutua, ya que desempeñan un papel indispensable en la provisión de soporte, información y consejo a los pacientes y a sus cuidadores.
  10. Intervenga en los programas de respiro familiar (programas para facilitar el descanso de aquellas familias que tienen a su cargo personas dependientes) promovidos desde las diputaciones provinciales y en los talleres multimodales (nutrición, movilización del enfermo, etc.) que se hacen desde Atención Primaria.

 

DETECTAR UN ICTUS

DETECTAR UN ICTUS

¿QUÉ ES UN ICTUS?

Un ictus es una enfermedad neurológica que se produce cuando el flujo sanguíneo del cerebro se interrumpe. Existen dos tipos:

  • Ictus isquémico: cuando el flujo sanguíneo se interrumpe por una obstrucción (por ejemplo, por un trombo) en un vaso sanguíneo.
  • Ictus hemorrágico: cuando un vaso sanguíneo se rompe, causando un sangrado dentro del cerebro.

Un ataque isquémico transitorio (AIT): es un tipo de ictus isquémico que se interrumpe igualmente por la interrupción del flujo sanguíneo, pero de manera temporal, siendo habitual que los síntomas duren unos pocos minutos y que el paciente se recupere totalmente en menos de 24 horas.

El AIT incrementa el riesgo de padecer un ictus y es, al igual que éste, una urgencia médica.

 

¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS DE UN ICTUS O UN AIT?

Algunos de los síntomas más comunes del ictus se describen a continuación:

SÍNTOMAS:

  1. Pérdida brusca de movimiento o debilidad del brazo, la pierna o la cara, especialmente cuando se produce en un lado del cuerpo.
  2. Problemas repentinos de visión, en uno o en ambos ojos.
  3. Dolor de cabeza repentino, sin causa conocida.
  4. Dificultad en el habla: balbuceo, incapacidad para encontrar las palabras adecuadas o no ser capaz de comprender lo que otras personas dicen.
  5. Problemas repentinos al caminar o pérdida del equilibrio o de la coordinación.
  6. Sensación brusca de acorchamiento u hormigueo en la cara, el brazo y/o la pierna de un lado del cuerpo.

 

¿QUÉ DEBO HACER SI PRESENTO ESTOS SÍNTOMAS?

Si cree que usted o alguien en su entorno está padeciendo un ictus, debe llamar inmediatamente a los servicios de urgencias.          Llame al 112

 

¿QUÉ SECUELAS Y TRATAMIENTOS HAY TRAS UN ICTUS?

Las más comunes son las siguientes:

  1. PROBLEMAS FÍSICOS:
  • MOVIMIENTO:

Tras haber sufrido un ictus puede quedar una discapacidad secundaria que afecte al movimiento, manifestándose como una pérdida de fuerza, falta de coordinación o pérdida de control de movimiento.

Estas alteraciones tienden a mejorar con la rehabilitación.

  • CAÍDAS:

El paciente que ha sufrido un ictus es más propenso a sufrir caídas, por lo que es importante que haga los ejercicios que le recomienden para fortalecer la musculatura y entrenar el equilibrio en casa.

  • LENGUAJE:

Puede que también se produzca un trastorno en el lenguaje. Se denomina afasia cuando el paciente es incapaz de comprender y/o de emitir ningún tipo de lenguaje adecuado.

La disartria es una alteración del habla, que se manifiesta por dificultades a la hora de articular palabras. Algunos pacientes son incapaces de emitir ninguna palabra, lo que se denomina mutismo.

El logopeda es el profesional que se encargará de valorar y rehabilitar, en los casos en que sea posible, las alteraciones del lenguaje que se producen tras un ictus.

  • SENSIBILIDAD:

En otros casos puede originarse un trastorno de la sensibilidad, que se manifiesta como hormigueo, sensaciones desagradables o falta de sensibilidad al tacto.

  • ESPASTICIDAD:

La espasticidad consiste en una contracción permanente de ciertos músculos. Esto puede ocasionar rigidez, dolor, contracturas y dificultar algunos movimientos. Se trabajará en la rehabilitación.

 

  1. PROBLEMAS PSICOLÓGICOS:

Es frecuente que durante la convalecencia y el proceso rehabilitador, y también al finalizar éste, se produzcan alteraciones del estado de ánimo.

  • ALTERACIONES DEL HUMOR:

La depresión es particularmente común, pudiendo interferir y enlentecer el proceso de rehabilitación.

También es frecuente la ansiedad (con o sin ataques de pánico), la labilidad emocional (pasar del llanto a la risa sin motivo, llorar o reírse sin causa aparente), la apatía, la irritabilidad y la falta de consciencia de las secuelas del ictus.

 

  1. AFECTACIÓN COGNITIVA:

A veces, tras un ictus, se presenta un deterioro cognitivo: disminución de la memoria, la atención, la orientación, dificultad en la planificación y organización de las tareas,…

Aunque este deterioro puede mejorar con el tiempo, en los casos en los que afecte a su recuperación, es probable que se necesite consultar con un especialista para trabajar la estimulación cognitiva.

 

En el próximo artículo os daremos consejos sobre los cuidados en la vida diaria que deben seguir las personas tras sufrir un ictus.

 

 

EL MANEJO DE CONSECUENCIAS PARA EL CAMBIO DE CONDUCTA

En qué consisten las consecuencias….

Las consecuencias son el resultado que tiene para el niño o el grupo la realización de una conducta. Las consecuencias dan coherencia a la norma, ya que nos permite experimentar el resultado de nuestra conducta.

Algunos consejos generales:

  1. Si quieres que aumente una conducta trata de que a su realización le siga algo que resulte gratificante. Para esto es importante saber las cosas que motivan al niño o al grupo. Hay que tener en cuenta que aunque hay cosas que nos resultan gratificantes a todas las personas (aprobación social por parte de nuestras figuras significativas…) cada persona tiene un conjunto de gratificaciones personales que pueden no coincidir con las de los demás.

 

  1. Si quieres que disminuya una conducta trata de que tras su realización se produzca la desaparición de algo que resulte gratificante a la persona o el grupo o un castigo. Los castigos deberán haber sido comunicados con anterioridad. Solo son eficaces si son esporádicos, previsibles y delimitados.

 

Como utilizar las consecuencias ante conductas inadecuadas:

Antes de hablar de cómo utilizarlas, tenemos que saber que las hay de dos tipos:

  • Naturales: son las que vienen seguidas de forma natural por la conducta, por ejemplo, “tienes que poner la ropa sucia en el cesto, porque si no, no se lava”. Si no la pone en el cesto, cuando vaya a coger la ropa estará sucia y no se la podrá poner. Esta es la consecuencia natural.
  • Lógicas: Son inventadas por el adulto, que tienen relación con lo que ha ocurrido. Norma; “Si no te pones el casco, no montas en la bici”, consecuencia: “No te has puesto el casco, luego no te montas en la bici”.

Para utilizar estas últimas, debemos tener en cuenta lo siguiente:

  • Utilizar un tono de voz normal (recuerda que la consecuencia tiene como finalidad detener la mala conducta, no desanimarle, atemorizarle, etc.)
  • Antes de la mala conducta, establece consecuencias lógicas con opciones limitadas, “puedes montar con el casco o no montar”.
  • Después de la mala conducta, establece consecuencias lógicas directamente “no te pones el casco, luego no montas en la moto”.

 

NORMAS, LÍMITES Y CONSECUENCIAS… EN LOS NIÑOS.

Las normas son pautas de conducta, patrones de comportamiento que se establecen para una buena convivencia. En este sentido es importante que las veamos y las transmitamos como algo necesario y positivo y no como algo impositivo y prohibitivo.

Es importante cuando hablamos de normas y límites tratar de mantener una actitud de diálogo con los niños y dejarles participar lo máximo posible en la creación y mantenimiento de las normas.

ALGUNOS CONSEJOS CUANDO SE TRATA DE ESTABLECER LÍMITES:

  • Tienen que ser específicas. Las normas no pueden ser del tipo “hay que portarse bien”, es demasiado ambiguo y genérico, deben ser del estilo “tienes que compartir tus juguetes”.
  • Hay que explicar el sentido que tiene la norma para el bienestar del niño y del grupo (familia o clase). “Si tenemos un tono de voz bajo, todos nos sentiremos más a gusto”
  • Deben estar ajustadas a la edad. Aunque la norma sea “recoger la habitación”, no puede ser igual para un niño de 3 años que para uno de 9, y eso habrá que explicárselo también.
  • Ser comprobables. Para poder recompensar la conducta o sancionarla. “Recoger la habitación en media hora”, pasado el tiempo se comprueba si se ha cumplido.
  • Deben ser cortas cuando se enuncian y planteadas en positivo. En lugar de “No chillar”, decir “hablar bajito”. Significa lo mismo y ayuda a cambiar la idea de que normas son prohibiciones, dando un aspecto más positivo y por tanto, alentando a cumplirlo.
  • Empezar con comportamientos fáciles de cumplir, y después ir aumentando gradualmente. Si ponemos una meta demasiado alta, puede ser que se desanime, por eso al principio “recoger la habitación”, puede empezar por “recoger los juguetes”.
  • No puede darse por supuesto que el niño o el grupo ya las conoce si no que deben ser comunicadas y aceptadas por ellos.

 

ES IMPORTANTE ADEMÁS:…

  1. Explicar las consecuencias que tiene tanto su cumplimiento como su incumplimiento. Para que así sepan con seguridad lo que va a ocurrir, así no tendrán tanta necesidad de “probar”.
  2. Hacer recordatorios de las mismas de vez en cuando. Sobre todo al principio y en niños más pequeños.
  3. Empezar con pocas normas e ir progresivamente aumentando su número a medida que se van adquiriendo.

 

En general para que una consecuencia sea eficaz debe cumplir los siguientes requisitos:

o   Ha de ser inmediata, después de la conducta inaceptable. Para que se asocie a lo que ha hecho mal.

o   Tener límites de tiempo: principio y final bien definidos. Las consecuencias a largo plazo pierden efectividad.

o   Coherencia entre palabras y actos.

o   Hacer borrón y cuenta nueva. Si ha incumplido una norma y eso ha tenido una consecuencia, se vuelve a empezar de cero.

o   Evitar sentir lástima. La sobreprotección o hacer por ellos las tareas les daña mucho, ya que indica que los niños no son capaces de realizarlo ellos mismos. Promueve debilidad.

o   Hablar menos y actuar más. Una frase corta que indique la consecuencia de la conducta (acción) es más eficaz que un sermón.

 

En el próximo artículo nos centraremos en las consecuencias y cómo utilizarlas para modificar una conducta.

 

5 PRINCIPIOS PARA SER MEJORES PADRES Y MADRES

PRINCIPIOS PARA SER MEJORES PADRES Y MADRES:

  1. No se empeñe en luchas de poder:

Las luchas de poder son los enfrentamientos que se producen cuando alguien cree que ha perdido la autoridad y quiere recuperar el poder imponiéndose. O cuando a alguien no se le permite tomar decisiones en asuntos personales.

Procure

  • Buscar el consenso.
  • Llegar a acuerdos.
  • Tener como objetivo la educación de los/as hijos/as y el desarrollo de su autonomía.
  • Ser coherente con los propios actos y lo que se pide.
  • Apoyarse en valores y normas estables.
  • Tomar decisiones correctas, justas y útiles.
  • Pensar siempre en las consecuencias de sus actos.

Evite

  • Que el conflicto sea indefinido.
  • Intentar cambiar al otro.
  • Intentar controlar en el otro sus cuestiones personales.
  • Continuar en una lucha sabiendo que es inútil.
  • Que lleguen a generarse resentimientos y rebeldía.

¿Cómo resolverlas?

  •       Haga preguntas en lugar de dar órdenes: “Qué”, “cómo”, “cuando” o “dónde”. Evite “Por qué”.
  •       Proporcione más de una opción dónde elegir.
  •       Contrólese a sí mismo, en lugar de controlar a los demás.
  •       Si todo falla, use el sentido del humor. ¡A reírse de la situación junto con el otro! El humor relaja la tensión.

 

  1. Diga cosas agradables a su familia:

Hágalo de vez en cuando, sobre todo si no se lo esperan.

Procure

  • Tener muy en cuenta el estado emocional de la persona antes de emitir una crítica.
  • Hacer observaciones sobre una conducta no aceptable, de forma tranquila.
  • Funcionar casi siempre en términos positivos.
  • Utilizar alabanzas sentidas, de verdad.
  • Enfatizar las virtudes por encima de los defectos.
  • Hacer saber a los suyos que poseen una virtud cuando la observe.
  • Tratar de ver la virtud que puede estar en el origen de un comportamiento.
  • Comunicar una visión positiva de la vida.

Evite

  • Usar descalificaciones.
  • Expresar rabia y descontrol.
  • Acumular resentimiento (Si se enfada, vuelva cuanto antes a la normalidad).
  • Culpabilizar y culpabilizarse.
  • Enfatizar los defectos de quién no le gusta, dejando de reconocer sus virtudes.

 

  1. Aprenda a pedir disculpas:

Procure

  • Admitir los errores y ofensas que pueda infligir.
  • Ser sincero.

Evite

  • Disculparse como truco para suavizar las cosas.
  • Querer demostrar que siempre tiene razón.

 

  1. Enseñe a sus hijos a hacer las cosas por sí mismos:

Procure

  • Dejarles asumir responsabilidades.
  • Concederles tiempo para solucionar sus fallos.
  • Transmitirles que serán capaces de lograrlo solos.
  • Interesarse por lo que han podido aprender de un fracaso.
  • Observar como su hijo/a se esfuerza sin tener que intervenir.
  • Pedirles que hagan cosas difíciles pero posibles en su fase de desarrollo físico y personal.

Evite

  • Hacerlo todo por ellos/as.
  • Adelantarse a ofrecerles ayuda antes de que la pidan.
  • Observar a su hijo/a esperando que algo le salga mal.
  • Hacer lo que son capaces de hacer sin pedirles nada a cambio.

 

  1. La autoestima de los padres y madres es muy importante:

Procure

  • Aumentar los sentimientos de satisfacción en su familia.
  • Pasar tiempo a solas con cada uno de los suyos siempre que pueda.
  • Pasar tiempo a solas con su pareja todas las semanas.
  • Permita un poco de desorden durante el día y exija que todos colaboren en la limpieza al final de la jornada.
  • Planificar para tener tiempo libre.
  • Establecer tradiciones familiares.
  • Mantener sus amistades.
  • Elaborar su lista de cosas que puedan aumentar su autoestima.
  • Aprenda a decir “no”, sin sentirse culpable.

 

COMO AYUDAR A NUESTROS HIJOS A EXPRESAR EMOCIONES

Expresar  emociones es la capacidad de exteriorizar con palabras, gestos, etc. lo que uno siente y piensa.

Desarrollar esta destreza implica que el niño sepa identificar sus emociones y comunicarlas a los demás. Poder decir lo que siente le ayudará a crecer más seguro de sí mismo y a relacionarse mejor.

 

QUÉ PODEMOS HACER LOS PADRES PARA FOMENTARLO:

 

  • Su hijo necesita reconocer sus sentimientos y ser consciente de ellos. Debe aprender a diferenciar entre sus sentimientos de amor, alegría, tristeza, rabia o miedo y saber que es normal sentirlos y que debe aprender a exteriori­zarlos.

Intente que su hijo describa sus senti­mientos cuando detecte que su estado de ánimo ha cambiado. Ayúdelo a identificar esos sentimientos y a expresarlos con preguntas que planteen una dicotomía: ¿crees que estás triste o enfadado?, ¿te ha asustado algo o estás sorprendido?, etc.

 

  • También tendrá que conocer diferentes maneras de expresarse para que encuentre la mejor forma de manifestar sus pensamientos. Debe comprender la importancia que tiene para él poder expresarse, pues solo así logrará desarrollar una vida emocional equilibrada. Necesita saber cómo decir lo que piensa para superar malentendidos, tensiones, etc.

Ayúdelo a desbloquearse. Si su hijo no puede hablar en un momento determinado sobre lo que siente, háblele con suavidad, regálele miradas cómplices y no le presione. Si las circunstancias lo permiten, dele un abrazo, una señal de apoyo. Busque el mejor momento, aunque sea otro día, para hablar con tranquilidad sobre ello.

 

  • Es importante que el niño asuma sus sentimientos y pensamientos como propios e individuales. Tiene que comprender que no todo el mundo piensa lo mismo que él, que algo que es importante para él puede no serlo para los demás o viceversa… Por eso debe procurar ser cuidadoso con la manera de expresarse.

Escuche con toda la atención cuando el niño explique lo que piensa porque esti­mulará su seguridad para expresarse. No le interrumpa si no es para mostrar interés. No por ello debe darle la razón en todo: exprese sus puntos de desacuerdo, explíquele por qué lo hace… Aprenderá de usted.

 

  • Su hijo debe aprender a respetar las formas de expresión distintas a la suya. Debe permitir a los demás que exterioricen sus sentimientos a pesar de que no los comparta. No puede tener prejuicios sin antes escuchar lo que el otro tiene que decir y debe estar atento para buscar acuerdos y ver cómo superar las diferencias de opinión.

Haga que su hijo se pregunte cómo debe sentirse una u otra persona en una situa­ción determinada: anímelo a expresar interés por los demás. Por ejemplo, procure que aprenda a preguntar a alguien si está triste o enfadado y aliéntelo también a dar ánimos cuando vea a alguien decaído.

 

QUÉ HACER PARA QUE LOS NIÑOS APRENDAN A “COMER BIEN”.

aprender a comer

Cuando le damos de comer a un niño, estamos dándole mucho más que el puré que está en el plato. Le transmitimos amor y cuidado, le enseñamos qué y cómo comer y qué puede conseguir de nosotros cuando come y cuando se niega a hacerlo.

 

Aspectos a tener en cuenta:

  • La comida es una necesidad básica y está muy cargada emocionalmente; por eso no hay que usarla ni como premio ni como castigo.
  • Estemos atentos a no enseñarle a calmar cualquier malestar con comida. Si llora o está aburrido, no intentemos solucionarlo con una galletita o una manzana.
  • La ingesta de nutrientes es tan importante como enseñarle a relacionarse saludablemente con los alimentos.
  • El momento de comer debe ser tranquilo y placentero, disfrutando de la comida y del encuentro.
  • Es prioritario que aprenda a comer por sí mismo; si es con la mano o con la cuchara no es tan importante ahora.
  • A partir de los dos años le hace bien compartir la mesa familiar. Papá, mamá y los adultos que compartan la mesa no solo serán buenos modelos para que el  niño aprenda a comer bien, sino que su compañía lo hará sentirse parte del grupo familiar. Para lograrlo habrá que ajustar las expectativas: no podrá quedarse en la mesa largo rato, seguramente ensucie y haga cosas molestas… Paciencia, irá aprendiendo poco a poco.
  • Los modales los aprenderá sobre todo al observarnos, pero el aprendizaje lleva su tiempo.

 

Para evitar situaciones penosas debemos tener presente lo siguiente:

  • No hacer un circo a su alrededor a la hora de comer. Es suficiente con acompañarlo, hablarle, conversar o contarle un cuento.
  • No acostumbrarlo a comer mirando la televisión.
  • No obligarlo a comer cuando no quiere. Es saludable que respetemos sus señales de saciedad.
  • No obligarlo a comer alimentos que le disgustan.
  • No darle solamente sus platos preferidos.
  • No enseñarle a comer apurado ni nervioso.
  • No usar la comida como calmante, ni como compañía, ni quitapenas.

 

 Cuando no quiere comer más, tenemos que aceptarlo. Unos bocados más, al precio de la presión y la atención excesiva, no valen la pena.

 Con sentido común, buen humor y creatividad podemos estimular a nuestro hijo a probar nuevas comidas. Sin presiones, estrés o amenazas.