NORMAS, LÍMITES Y CONSECUENCIAS… EN LOS NIÑOS.
Las normas son pautas de conducta, patrones de comportamiento que se establecen para una buena convivencia. En este sentido es importante que las veamos y las transmitamos como algo necesario y positivo y no como algo impositivo y prohibitivo.
Es importante cuando hablamos de normas y límites tratar de mantener una actitud de diálogo con los niños y dejarles participar lo máximo posible en la creación y mantenimiento de las normas.
ALGUNOS CONSEJOS CUANDO SE TRATA DE ESTABLECER LÍMITES:
- Tienen que ser específicas. Las normas no pueden ser del tipo “hay que portarse bien”, es demasiado ambiguo y genérico, deben ser del estilo “tienes que compartir tus juguetes”.
- Hay que explicar el sentido que tiene la norma para el bienestar del niño y del grupo (familia o clase). “Si tenemos un tono de voz bajo, todos nos sentiremos más a gusto”
- Deben estar ajustadas a la edad. Aunque la norma sea “recoger la habitación”, no puede ser igual para un niño de 3 años que para uno de 9, y eso habrá que explicárselo también.
- Ser comprobables. Para poder recompensar la conducta o sancionarla. “Recoger la habitación en media hora”, pasado el tiempo se comprueba si se ha cumplido.
- Deben ser cortas cuando se enuncian y planteadas en positivo. En lugar de “No chillar”, decir “hablar bajito”. Significa lo mismo y ayuda a cambiar la idea de que normas son prohibiciones, dando un aspecto más positivo y por tanto, alentando a cumplirlo.
- Empezar con comportamientos fáciles de cumplir, y después ir aumentando gradualmente. Si ponemos una meta demasiado alta, puede ser que se desanime, por eso al principio “recoger la habitación”, puede empezar por “recoger los juguetes”.
- No puede darse por supuesto que el niño o el grupo ya las conoce si no que deben ser comunicadas y aceptadas por ellos.
ES IMPORTANTE ADEMÁS:…
- Explicar las consecuencias que tiene tanto su cumplimiento como su incumplimiento. Para que así sepan con seguridad lo que va a ocurrir, así no tendrán tanta necesidad de “probar”.
- Hacer recordatorios de las mismas de vez en cuando. Sobre todo al principio y en niños más pequeños.
- Empezar con pocas normas e ir progresivamente aumentando su número a medida que se van adquiriendo.
En general para que una consecuencia sea eficaz debe cumplir los siguientes requisitos:
o Ha de ser inmediata, después de la conducta inaceptable. Para que se asocie a lo que ha hecho mal.
o Tener límites de tiempo: principio y final bien definidos. Las consecuencias a largo plazo pierden efectividad.
o Coherencia entre palabras y actos.
o Hacer borrón y cuenta nueva. Si ha incumplido una norma y eso ha tenido una consecuencia, se vuelve a empezar de cero.
o Evitar sentir lástima. La sobreprotección o hacer por ellos las tareas les daña mucho, ya que indica que los niños no son capaces de realizarlo ellos mismos. Promueve debilidad.
o Hablar menos y actuar más. Una frase corta que indique la consecuencia de la conducta (acción) es más eficaz que un sermón.
En el próximo artículo nos centraremos en las consecuencias y cómo utilizarlas para modificar una conducta.